23 diciembre 2007

El turismo, la participación social y la Conservación de la naturaleza

Había guardado estas notas acerca de Ecoturismo, debido a una discusión que nació sobre desarrollar Turismo en Áreas Protegidas y en Punta San Juan (Perú), he utilizado muchos textos y frases de muchos expertos en Turismo y Conservación, que surgieron en la discusión, perdón por no mencionarlos, las he cogido indistintamente.

Pienso que no hay ninguna actividad económica que no impacte al ambiente, los ecosistemas o las especies, positiva o negativamente, en mayor o menor grado, en este caso lo que se busca es la que impacte en menor grado y menos negativamente (en un mundo teórico e idealizado), porque en la practica no siempre funciona.

Sin embargo, volviendo al punto, las áreas protegidas y sus zonas de amortiguamiento si deben abrirse al uso “eco-turístico”, en todo el sentido de la palabra, hay muchos ejemplos en todo el mundo donde ha funcionado muy bien, los perfiles de “eco-turistas”, nos permiten apreciar que están dispuestos a “pagar el costo” y que además están concientes del impacto que ejercen.

Ahora bien, decir que nadie esta en contra del turismo, tampoco funciona en la practica, cuando se ven las condiciones y que realmente no son económicamente viables, en el Manu por ejemplo muy pocas agencias tienen la concesión de operar en el Parque, pero cualquiera puede operar en la zona cultural y este turismo no beneficia a nadie, ni siquiera al parque, y esto es porque una concesión en el parque es tan cara, y la zona de amortiguamiento tan accesible y con los mismos
valores que el área, el resultado turismo desorganizado, sin planificación y que NO beneficia a nadie, este es el turismo que NO queremos, ni los relacionados con el turismo, menos los muy conservacionistas.



Que “eco-turismo”, es una alternativa viable, pues claro que lo es y no solo en Punta San Juan, en cualquier área protegida o con cualquier especie amenazada, el eco-turismo en los peores casos puede tener impacto negativo en el lugar del "encuentro" – pero, es cierto que no afecta a toda la zona, el rol del turismo tiene un efecto positivo total, ya que hay posibilidades de mejora económica, tanto para los pobladores como para sostener las áreas protegidas, muchas de ellas no tienen presupuestos!, como podemos hablar de conservación, sino podemos pagar el personal mínimo?, y tampoco podemos pagarles lo justo?, son sobornables!.

Y, para que esto funcione, debe pensarse “como empresa”, no con altruismos utópicos.
Naturalmente, se puede desarrollar proyectos eco-turísticos en cuales el impacto negativo sea mínimo, y a cambio se tenga un impacto educativo y económico en su entorno positivo, en este punto es necesario hablar de cuanto estamos dispuestos a pagar, pagar no solo en el sentido económico, sino también cuanto podemos arriesgar, sin alterar demasiado los procesos ecológicos y que permita proteger no solo una sino todas las especies de una comunidad biológica. Una vez que hayamos, como conservacionistas, entendido esto nos espera el premio de un uso totalmente compatible con la conservación, económicamente viable y socialmente responsable y donde SI el beneficio es mas grande que el costo.

En todos los casos es necesario estudiar antes de implementar uso de recursos, estudios de biología y ecoetología básicos siempre son necesarios, me canso de leer en las listas de estudiantes, que están buscando practicas, o temas de tesis, allí tenemos los investigadores (también tenemos que ser justos con ellos); lamentablemente nos hemos acostumbrado en muchos casos a implementar el uso, sin haber establecido los “limites aceptables de cambio”, al hablar de Limites de Cambio Aceptable, se habla también de los impactos positivos en las poblaciones asentadas, y de cuanto estamos dispuestos a cambiar, nuestro pensamiento, tendencias, etc. Cómo podemos establecerlos sino sabemos cuánto es ideal?.

La mejor opción y económicamente viable es implementar los estudios mientras se
desarrolla el proceso de utilización. Tratándose de especies amenazadas, y en general del uso de cualquier organismo biológico, sea este una especie, un ecosistema o lo que fuere, siempre es necesario establecer, nuevamente cuanto estamos dispuestos a pagar, y obviamente cuanto está dispuesto el turismo a pagar por ejercer su actividad.



Diseñar proyectos que investigan distancias mínimas, materiales de construcción, diseños bajo la perspectiva de encontrar el punto optimo entre cercanía, cantidad de gente, tiempo de presencia de gente, nivel de disturbio etc, y a la vez comenzar con un proceso de acostumbramiento; aunque no son los mejores ejemplos también se ha
conseguido acostumbrar a los Gallitos de las Rocas en el Manu, uno puede tomar fotografías e inclusive cambiar turnos entre observadores y los gallitos no se espantan como en otros lugares que hay presión de caza, que en ese lugar ha disminuido el numero de gallitos desde la primera vez que se hizo, es cierto, pero la población existente todavía es viable y el uso de ese lugar ha permitido ampliar mas el área de conservación, pagar guardaparques privados, financiar muchos estudios
de investigación y practicas pre-profesionales de estudiantes, financiar cursos de capitación, etc; como mencione antes del párrafo, no es el mejor ejemplo, pero es un buen ejemplo de cómo se pueden llevar las cosas, que unos tengan mejores resultados que otros, es un tema aparte.

Y….. que vamos a tener, los que se van a subir al coche de “ecoturismo”, sin realmente estar concientes de que significa esto, los vamos a tener obviamente, y esto también es posible, al final estamos en un país pluricultural y democrático, esto me hace pensar en la necesidad de la certificación en turismo, quizás no ISO, pero si es necesario, porqué las empresas que somos serias, y que trabajamos por el bien de la conservación, de los ecosistemas, somos justas con nuestros empleados, vamos a seguir soportando la mala competencia de las agencias informales, que no contribuyen para nada con la conservación, no son justas con sus empleados, de paso se rebajan tanto en los precios y hacen ver lo contrario?, los que vamos a Camino Inca, Manu y Tambopata somos testigos de esto.

Recapitulando todo, como conservacionistas necesitamos entender que hay alternativas viables para contribuir con los ecosistemas, las especies y la gente! Sean nativos o colonos. Como empresas, necesitamos entender, que mientras mas beneficiemos a la gente, vamos a tener mejores resultados, y esto no es altruismo, es cuestión de conveniencia, y los costos son menores; pero, también, que iniciativas aisladas no
nos van a llevar a nada, es necesario unirnos.

El turismo no es la panacea, pero SI es una solución
viable.